29 de septiembre de 2009

Cumbre del G-20 en Pittsburg – “Algunos ignoran las lecciones de la crisis”

En realidad, muchos están malinterpretando este momento e ignorando las lecciones que dejaron las crisis del pasado.
Un compromiso común –y una disputa– están en la agenda del G-20 en Pittsburg.
El compromiso es demasiado vago, como las promesas formuladas en Londres: mantener los paquetes de estímulo fiscal para sostener la frágil recuperación económica, y continuar implementando medidas coordinadas para sentar las bases de un crecimiento sustentable y evitar la repetición de crisis financieras como la que hoy nos agobia.

Recordemos que las “medidas coordinadas” acordadas en Londres se redujeron a grandes paquetes de rescate del sistema bancario y financiero, y medidas de estímulo fiscal para fomentar el consumo interno, que cada país aplicó a su manera y con diferentes grados de éxito.

Y tengamos en cuenta que en estos meses, en contra del compromiso asumido, los miembros del G-20 han adoptado más de 100 medidas proteccionistas y que más del 90% de los bienes comerciados en el mundo han sido afectados por algún tipo de medida de ese género.

A la luz de lo anterior, poco debemos esperar de este nuevo compromiso, en cuanto al futuro de la cooperación mundial y la solución de problemas urgentes y cruciales, como el desempleo, el hambre y la miseria, sobre todo para los pequeños países en desarrollo.

La disputa, en cambio, es concreta. Está en debate si efectivamente se regulará la actividad financiera. Europa pretende imponer reformas concertadas, y el Presidente Obama se limita, por ahora, a pedir a Wall Street que modifique por si mismo sus prácticas de negocios.

Sorprende que se dude siquiera sobre la necesidad de imponer reformas. Nadie puede ignorar a esta altura que las oscuras prácticas del sector financiero llevaron al mundo a este desastre colectivo.

Nada más elocuente al respecto que las palabras del Dr. Joseph Stiglitz, formuladas hace un año:

“La crisis financiera es fruto de la deshonestidad, es fruto de prácticas deshonestas de las instituciones financieras y de incompetencia de los responsables de la adopción de políticas.

No hemos acostumbrado a la hipocresía. Los banqueros rechazan cualquier sugerencia de que sus actividades deben ser reguladas, así como cualquier medida antimonopolio, pero, cuando surgen problemas, rápidamente exigen la intervención estatal: alegan que deben ser rescatados, que son demasiado grandes y demasiado importantes como para que los dejen caer”.

Años atrás, cuando tuvieron lugar las crisis de los países en desarrollo y de las economías emergentes, se debatió largamente sobre el “riesgo moral” que creaban los programas de asistencia de emergencia del FMI a esos países en crisis.

Se sostenía que el “rescate” del FMI entrañaba riesgo moral, es decir, el riesgo de que los países se sobre-endeudaran nuevamente o manejaran sus economías de manera imprudente y riesgosa y acabaran en otra crisis, porque descontaban que si las cosas iban mal el Fondo los rescataría. Corresponde agregar que esa asistencia del FMI venía condicionada a la aplicación de programas de ajuste y reforma, además del reembolso de los préstamos pertinentes.

Durante la crisis argentina, en 2002, Anne Krueger, Primera Subdirectora Gerente del FMI, impulsó la idea de que los países podían quebrar:

“El incumplimiento de los pagos siempre es doloroso, tanto para los deudores como para los acreedores. Y así debe ser. Los países –como las empresas y los particulares– deben pagar sus deudas y sufrir cuando no lo hacen”.

Los banqueros de hoy están en mucha mejor situación que aquellos países en crisis; ni siquiera tienen que aplicar programas de ajuste. Fueron rescatados porque nadie se atrevía siquiera a imaginar un mundo de quiebras financieras masivas, ni la manera de lidiar con ellas.

El mensaje a las instituciones financieras fue que efectivamente éstas son demasiado grandes como para dejarlas quebrar y que no sufrirán las consecuencias de sus malos negocios, aun si reinciden. El dinero del rescate llegó también sin condiciones. De hecho, en Estados Unidos en 2008, los nueve bancos más grandes que recibieron en conjunto US$175.000 millones provenientes de programas de rescate pagados con dinero de los contribuyentes, destinaron US$32.600 millones de ese dinero al pago de remuneraciones, principalmente de sus ejecutivos superiores. Esta suma es equivalente al total de la deuda externa de los llamados países pobres muy endeudados (PPME).

Tras los rescates el sector financiero aparece más fuerte que nunca, rechaza de plano toda medida de regulación, y emprende caminos oscuros para evitarla.

Un grupo de 45 ejecutivos vinculados al banco británico Barclays trabajará para una sociedad recién creada en las Islas Caimán ante el temor de que la Unión Europea imponga límites a las retribuciones de los banqueros. A través de este exótico ejercicio de ingeniería financiera la nueva compañía, llamada Protium y vinculada al Barclays, gestionará activos tóxicos de dicho banco por valor de US$12.300 millones.

Y esos banqueros no son los únicos, docenas de ejecutivos de bancos franceses abandonan Société Générale para establecer un nuevo fondo de cobertura (Nexar Capital), en respuesta a la presión sobre los bancos franceses para imponer límites a las remuneraciones de sus ejecutivos. Una fuente interna de Société Générale sostuvo que el actual contexto político podría producir la migración de los financistas más importantes desde los grandes bancos a otras jurisdicciones donde puedan dictar sus propias políticas sobre remuneraciones.

El Primer Ministro Gordon Brown, del Reino Unido, dijo al respecto que estaba "azorado" frente al comportamiento de algunas instituciones financieras que siguen adelante –e incluso profundizan– su “cultura” de remuneraciones.

Siete países europeos, por su parte, se dirigieron a los líderes del G-20 reclamando que se adopten medidas concertadas para imponer estrictos límites a las remuneraciones de los ejecutivos bancarios, y evitar así que reanuden las prácticas destructivas de antes de la crisis, y señalaron expresamente: “Tenemos que ser muy claros: ese comportamiento es no sólo peligroso e indecente, sino además, cínico e inaceptable. Es una bofetada en el rostro de las personas que están perdiendo sus empleos”.

Y el Secretario General de la Confederación Sindical Internacional, Guy Ryder, expresó: “Los líderes políticos necesitan hacer mucho más que condenar ese tipo de comportamiento. Es preciso que muestren al mundo que están preparados para gobernar en interés de todos”.

Es poco probable que eso ocurra en Pittsburg.

Raúl de Sagastizabal
Consultor internacional
Montevideo, 21 de septiembre de 2009

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Crisis Económica


G-20 Pittsburgh Summit – “Someone is misreading this time”

            In fact, many people are misreading this time and ignoring the lessons of the past crisis.

           A joint commitment –and a dispute– will be in the Pittsburgh agenda for the G-20 leaders.

The draft commitment is only too vague –in the same vein as the commitments articulated in London: to keep the so-called stimulus packages in place to spur the fragile economic recovery, and continue to implement coordinated policy measures in order to lay the basis for sustainable growth and to avoid a repetition of the present financial crisis.

One should remember that the “coordinated measures” agreed on in London turned out to be just large rescue packages for the banking and financial system, along with domestic consumption fiscal stimuli each country implemented its own way, with different degrees of success.

Also to be remembered is the fact that during the last few months, the G-20 members, recanting their commitments, adopted 100+ protectionist measures, with over 90 percent of the world traded goods being affected by some types of such measures.

In light of the above, little ought to be expected from Pittsburgh’s new commitments in terms of global cooperation and solutions to urgent crucial issues, such as unemployment, hunger, and destitution, which mainly plague the small developing countries.

The dispute item of the agenda, in contrast, is clear-cut, and revolves around effective financial regulation. Europe is pressing for concerted reforms, but all President Obama has done so far is asking Wall Street to please change its business practices.

Hesitations, at this conjuncture, on the need for reforms are startling. By now, no one can doubt the dubious practices of the financial industry are to be blamed for the global disaster.

Dr. Joseph Stiglitz’s remarks, a year ago, were supremely eloquent:

“The financial crisis is fruit of dishonesty, is the fruit of a pattern of dishonesty on the part of financial institutions, and incompetence on the part of policymakers.

We had become accustomed to the hypocrisy. The banks reject any suggestion they should face regulation, rebuff any move towards anti-trust measures - yet when trouble strikes, all of a sudden they demand state intervention: they must be bailed out; they are too big, too important to be allowed to fail.”

Years ago, the crises in developing countries and emerging economies elicited a protracted debate on the “moral hazard” imposed upon crisis countries by IMF’s emergency rescue programs.

IMF “rescue” packages were described as a source of moral hazard, meaning the risk of a new strain of country over-indebtedness, or the risk of pursuance of unwise, reckless economic policies leading to another crisis by countries that take Fund support for granted if things go wrong. Besides, IMF aid conditionality entailed the implementation of adjustment and reform programs, on top of loan repayment, by the borrowing countries.

During the 2002 Argentinean crisis, IMF First Deputy Managing Director Anne Krueger threw up the idea that countries can go bankrupt:

“Defaults are always painful, for debtors and creditors alike. And so they should be. Countries - just like companies and individuals - should honor their debts and suffer when they fail to do so.”

Today’s bankers are in a much better condition than crisis countries. Bankers are not even expected to implement adjustment programs, and were rescued because no one even dared to imagine a world of massive financial crises –or seemed to care for the problem.

The message, to the financial institutions, was plain enough: yes, they are too big to be allowed to fail, and will not be called to bear the costs of their unhealthy business practices even if they relapse in their ways. Furthermore, rescue funds were delivered with strings attached. In fact, the nine largest U.S. banks which received altogether US$175bn in taxpayer-funded bailouts paid a total of US$32.6bn in bonuses, mostly to top executives, in 2008. This amount alone is the equivalent of all the debt of the most heavily indebted poor countries (HIPC).

The financial sector lobbies seem to have surfaced stronger than ever, bluntly rejecting any regulation measures whatsoever, and pursuing foggy maneuvers to shun them.

A group of 45 bankers at Barclays bypassed potential curbs on pay and bonuses by jumping ship to set up a Cayman Islands company and manage $12.3 billion of Barclays’ most toxic debt. In an exotic piece of financial engineering, the bank will lend $12.6 billion to Protium, a newly-created Cayman Islands-registered hedge fund, to buy the toxic assets.

The “G-45” bankers were not alone in such moves. Dozens of leading bankers at Société Générale have left to set up a new hedge fund, against a backdrop of pressure on French banks to cut bankers' bonuses. A source within SocGen said this political climate could encourage top financiers to leave large banks and go off and set up their own outfits where they can dictate their own remuneration policies.

The UK Prime Minister Gordon Brown said that he was "appalled" that some financial firms had been continuing or even extending their bonus culture

And seven European countries on G-20 leaders to put together strict limits on bonuses to bank executives. We have to stop some financial actors from returning to the same destructive behavior as before,” they wrote. “We have to be very clear: this behavior is not just dangerous, it is indecent, cynical and unacceptable. It is a punch in the face of all the people who are quickly becoming unemployed.”

“Political leaders need to do much more than just condemn this kind of behaviour. They need to show the world that they are prepared to govern in the interests of all,” said ITUC General Secretary Guy Ryder.

An unlikely scenario in the impending Pittsburgh caucus. 

Raúl de Sagastizabal
International consultant
Montevideo, September 21, 2009 

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IDN – In Depth News

Silobreaker



Crisis financiera global – Camino a la Cumbre de Pittsburgh

Quizá sorprenda al lector comprobar en estas páginas que los riesgos para la economía mundial disminuyeron desde la edición de septiembre de 2006. Indudablemente, esta conclusión contradice muchos titulares y comentarios recientes que giran en torno a los problemas hipotecarios en Estados Unidos.
Perspectivas de la economía mundial, FMI, abril de 2007

Para la Cumbre del G-20 en Londres, en abril pasado, el mundo se encontraba al borde del abismo y, en consecuencia, en esa cumbre se adoptaron a prisa algunos compromisos para la coyuntura.

Desde entonces la crisis ha evolucionado y es de esperar que en Pittsburg se acuerden medidas concertadas de más largo plazo, y que se debata la reforma de las políticas y organismos de cooperación globales.

La evolución de la crisis se lee por estos días conforme a las cotizaciones de la bolsa, o a balances y resultados “no tan malos como los esperados”; un pequeño repunte en alguna bolsa alienta la esperanza de que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, si se observan los datos de producción, comercio, crédito, flujo de inversiones, demanda y consumo, la situación no ha mejorado.

En términos de la economía real la situación ha empeorado y parece que todavía no ha tocado fondo: aumenta el desempleo, se recortan salarios, y se endeudan las familias y los pequeños países en desarrollo.

En términos políticos, la situación también ha evolucionando, aunque todavía con final incierto.

En estos pocos meses se han reunido, entre otros, el G-5, el BRIC, la ASEAN + 3, la Organización de Cooperación de Shangai, el G-192 en el seno de Naciones Unidas, y el G-8 + G-5 + Egipto.

En esta última cumbre el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, sostuvo que el G-8 ya no es un formato idóneo para establecer directivas, que la gobernabilidad mundial debe evolucionar y que para enfrentar los problemas del mundo es preciso tener en la mesa a China, México, India o Brasil. El Presidente Sarkozy adelantó por su parte que para 2011 esperaba que se convocara a una cumbre del G-14.

Algunos analistas sostienen que el mundo en desarrollo, que carga con consecuencias devastadoras de una crisis ajena, se conforma con poco al pedir simplemente una mayor participación en los organismos multilaterales; sin embargo, no hay otros foros ni otros medios, por ahora, desde donde impulsar políticas y medidas que beneficien al conjunto de los países, o evitar otras que los perjudiquen.

En el seno de acuerdos de cooperación regionales, o de los distintos “G”, los miembros acuerdan mutuamente sus políticas económicas y financieras, sus marcos de regulación y control, en qué sectores invertir, qué inversiones procuran atraer, qué instrumentos financieros adoptar, las reglas del comercio de bienes y servicios, los sistemas de supervisión internacional, etc., pero es a través de los organismos multilaterales que esas políticas se impulsan hacia afuera, hacia el resto del mundo, y en el seno de esos organismos las políticas se imponen conforme al poder de voto.

Por este mecanismo se impulsaron todas las políticas que han regido hasta ahora la globalización, entre otras, la liberalización de los mercados de capital, la libre circulación de bienes y servicios, la apertura de los mercados de capital a bancos extranjeros y la innovación financiera, que terminó en activos tóxicos.

Ese sistema sigue vigente y, pese a que en las cumbres del G-20 se acordó recapitalizar y reformar el FMI, el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo, no asoman todavía cambios de peso.

Hasta ahora los únicos países que han aportado recursos al Fondo son Japón (US$100.000 millones), Canadá (US$10.000 millones) y Noruega (US$4.500 millones), y en Estados Unidos el Congreso ya ha aprobado el acuerdo para aportar US$100.000 millones, con lo que Estados Unidos conserva en el Fondo su poder de voto –y de veto– y se espera que los países europeos hagan efectivos sus compromisos y conserven también sus respectivos poderes de voto.

Los colosos del mundo emergente, Brasil, Rusia, India y China, en cambio, se han comprometido por ahora a comprar bonos del Fondo –no a aportar recursos–, pero no antes de que se reforme el poder de voto de las economías emergentes y de los países de mediano y bajo ingreso, de modo que refleje la cambiante economía global.

Los países industrializados, por su parte, se resisten, todavía, a aceptar cambios en los mecanismos de adopción de decisiones.

Estos asuntos se debatirán en breve en la cumbre de Pittsburg, y posteriormente en las reuniones anuales del Fondo Monetario y del Banco Mundial.

Vale la pena recordar que tras la crisis asiática se debatieron los mismos asuntos que hoy se debaten: la reforma de la arquitectura financiera internacional, el papel del FMI en cuanto a la estabilidad financiera internacional y la prevención y resolución de crisis, y el papel de los bancos multilaterales de desarrollo en la promoción del desarrollo sustentable y sostenible de personas y países, en lugar de los mercados y las finanzas.

Vale la pena tener presente también que luego de la crisis asiática, durante el siguiente ciclo de auge económico, se produjo una etapa de “tolerancia” y los cambios quedaron en el olvido.

La principal lección de la crisis asiática es que lo peor que puede pasar es que no se haga nada para poner freno a los desbordes del sistema global.

Si los Jefes de Estado –de los grandes países emergentes y de las naciones desarrolladas– no logran acordar una reforma sustantiva que modifique las políticas que rigen el mundo global y las instituciones que lo gestionan, el mundo tendrá que acostumbrarse a un ciclo vicioso de crisis recurrentes, que tarde o temprano terminará mal.

En camino a la Cumbre de Pittsburg parece conveniente tener presente algunos principios de esas políticas –que justifican por sí solos el reclamo de cambios– y el papel del FMI en los meses pasados, que impone reformas radicales, si es que el organismo será parte del multilateralismo del futuro. 

Funciones del FMI:

Si uno se guía por algunas noticias actuales, parecería que el FMI va a ocuparse ahora de vigilar la estabilidad financiera, alertar sobre vulnerabilidades, ejercer la supervisión del sistema financiero y monetario internacional, prevenir crisis y ayudar a resolverlas.

Sin embargo –fuera de sus funciones de prestamista de último recurso– esas son, desde antaño, las funciones propias del FMI, casi la razón de ser de su existencia.

Según su propio sitio web:

“En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema monetario y financiero internacional. Las actividades del FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar a resolver las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento y aliviar la pobreza”.

Algunos conceptos del FMI sobre la globalización y las crisis recurrentes 

“Debemos reconocer que los beneficios de la mundialización no se distribuyen equitativamente: unos ganan y otros pierden.

No es nada nuevo. La historia está llena de ejemplos de avances tecnológicos y rápidos cambios económicos que benefician al conjunto de la sociedad pero perjudican a ciertos individuos o grupos”.

Flemming Larsen, Director de la Oficina del FMI en Europa
Finanzas & Desarrollo / Marzo de 2001

“Unos ganan y otros pierden”, el concepto es sencillamente cruel. Las personas que han perdido sus empleos y las que sufren hambre extrema agradecerían que el mundo avanzara menos de prisa y que, aunque no los beneficiara, al menos no los perjudicara.

“Las crisis son inevitables. Mientras existan mercados financieros, habrá ciclos de auge y caída”.

Bijan B. Aghevli, ex Subdirector del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI
Finanzas & Desarrollo / Junio de 1999

Algunos documentos del FMI sobre titulización (documentos financieros estructurados):

Vale la pena reparar en la opinión del FMI y el Banco Mundial sobre estos instrumentos; en particular, sobre los criterios utilizados por las calificadoras de riesgo, de que una empresa puede generar créditos futuros, aun si se encuentra en situación de incumpliendo, conforme al criterio de “empresa en marcha”, de Fitch IBCA, o la evaluación de “supervivencia”, de Standard and Poor’s, y la recomendación final de los autores, de instruir a las autoridades y a los posibles emisores para promover esta clase de activos

“Titulización de derechos de crédito futuros: Una herramienta útil para los países en desarrollo

Durante períodos de crisis financiera, los países en desarrollo no pueden acceder a préstamos a largo plazo de bajo costo. La titulización o bursatilización (conversión en títulos negociables) de derechos de crédito futuros puede ayudar a entidades públicas y privadas de estos países a obtener fondos en los mercados internacionales de capital.

Mitigación del riesgo: La titulización es una innovación financiera bastante reciente. Las primeras transacciones se realizaron en Estados Unidos en la década de los setenta y consistieron en la agrupación y reventa de hipotecas por los prestamistas bajo la forma de títulos negociables. Desde entonces, los mercados titulizados se han vuelto más complejos y variados. ...

Las entidades calificadoras han aceptado la noción de que una entidad puede continuar generando créditos futuros aun si se encuentra en situación de incumplimiento financiero. De este modo, basándose en criterios desarrollados recientemente, como el de “empresa en marcha”, de Fitch IBCA, o la evaluación de “supervivencia”, de Standard and Poor’s, ciertas entidades, por ejemplo bancos, pueden recibir mejores calificaciones con respecto a las operaciones respaldadas por activos que con respecto a la deuda en moneda local. ...

También sería conveniente instruir a las autoridades y a los posibles emisores para promover esta clase de activos”.

Dilip Ratha, Economista Superior, Banco Mundial, y Suhas Ketkar, ejecutivo de International Research and Strategy Associates LLC y consultor de The Royal Bank of Scotland – Finanzas & Desarrollo / Marzo de 2001

El FMI y la crisis actual

Abril de 2007 Téngase presente que las primeras señales de la crisis datan de mediados de 2006, que para comienzos de 2007 la situación se deterioraba semana a semana, y que se supone que el FMI y sus cientos de técnicos especializados son expertos en estos asuntos. Es más, si no se reforma el sistema multilateral, son los mismos que seguirán “vigilando” los riesgos y vulnerabilidades en el futuro y aconsejando al mundo al respecto.

Publicación del FMI: Perspectivas de la economía mundial / Abril de 2007
Desbordamientos y ciclos de la economía mundial

“Quizá sorprenda al lector comprobar en estas páginas que los riesgos para la economía mundial disminuyeron desde la edición de septiembre de 2006. Indudablemente, esta conclusión contradice muchos titulares y comentarios recientes que giran en torno a los problemas hipotecarios en Estados Unidos, la posibilidad de una corrección “desordenada” de los desequilibrios mundiales y la preocupación por el recrudecimiento de las presiones proteccionistas.

A pesar de todo esto, ...al mirar con una visión de conjunto lo que nos parece más probable es que el vigoroso crecimiento mundial perdure. La inquietud más apremiante son los problemas que atraviesa el mercado de la vivienda de Estados Unidos y la consecuente desaceleración de la economía nacional. Pero estos factores son obvios desde hace meses y el mercado ya los tiene incorporados en gran medida a las evaluaciones de la calidad del crédito, que mayormente siguen siendo positivas. ...

No podemos subestimar la magnitud de los desbordamientos que podrían provocar las hipotecas estadounidenses de alto riesgo pero, comparando los datos actuales con los de septiembre, no hay tantas razones para preocuparse por la economía mundial. ...

Una de las conclusiones del capítulo es que la creciente integración comercial y financiera de la economía mundial potencia el impacto de los desbordamientos transfronterizos, pero incluso si la economía estadounidense se debilitara más los desbordamientos no serían abrumadores, sobre todo gracias al avance de la gestión macroeconómica a escala mundial durante los 20 últimos años”.

Julio de 2007 Téngase en cuenta que para julio de 2007 varias instituciones financieras estadounidenses se acogían al sistema de bancarrota del Capítulo 11, y que en agosto se produjo el colapso y los bancos centrales comenzaron a rescatar entidades financieras a ambos lados del Atlántico.

Publicación del FMI: Perspectivas de la economía mundial AL DÍA / Julio de 2007, actualización de las proyecciones centrales – La economía mundial mantiene un crecimiento pujante

“La fuerte expansión mundial continúa y las proyecciones del crecimiento para 2007 y 2008 se han corregido al alza, del 4,9% anunciado en la edición de abril último de Perspectivas de la economía mundial a 5,2%. Sobre este panorama favorable aún pesan riesgos ligeramente negativos.

Otros riesgos parecen estar más equilibrados. Concretamente, aunque el mercado de la vivienda sigue atravesando una etapa de corrección en Estados Unidos, se han aligerado un poco los riesgos en torno a la demanda interna”.

Septiembre de 2007 A esta altura nadie ponía en duda que la innovación financiera era el punto de partida de la crisis.

El sistema financiero a prueba, Por Rodrigo de Rato, Director Gerente, FMI
Publicado en ABC / 3 de septiembre de 2007


“Aunque los hechos recientes pusieron de relieve algunos de los riesgos que entraña la innovación financiera, no debemos perder de vista los aspectos positivos. Los mercados desempeñan una función crítica en la movilización del ahorro y su asignación a la inversión productiva, y las innovaciones a menudo contribuyen a su crecimiento rápido y sostenido y al bienestar tanto en las economías avanzadas como en los mercados emergentes. Gracias a la innovación en el sector de los productos de crédito estructurados, los operadores han podido diversificar mejor el riesgo y abaratar el crédito internacional, proporcionando un poderoso estímulo al crecimiento mundial”.

Enero de 2008 – Para enero, las transacciones con instrumentos financieros estructurados se evaluaban complejas, opacas, difíciles de valorar y más aún de controlar, sin embargo, en medio de la crisis, el FMI publicaba que el propio organismo y el Banco Mundial estaban intensificando su labor para que los países con mercados emergentes utilizaran esos instrumentos.

Revista del Boletín del FMI / Enero de 2008 – La formación de mercados locales de bonos

“En un mundo donde los capitales circulan a gran escala, la formación de un mercado local de bonos es una prioridad para muchos países de mercados emergentes. Un mercado en buen funcionamiento resulta vital para la eficiencia y la estabilidad de la intermediación financiera y para el crecimiento económico.

Muchos países de mercados emergentes han liberalizado sus cuentas de capital, mejorado el ambiente macroeconómico y avanzado en el campo de la innovación financiera, y todo eso atrae más capitales. El FMI y el Banco Mundial están intensificando su actividad en esos países para ayudarlos a crear mercados locales de bonos. ...

Titulización. Los mercados de valores respaldados por activos pueden facilitar el financiamiento a largo plazo para la inversión en vivienda e infraestructura y, al mismo tiempo, proporcionar a los fondos de jubilación y las compañías de seguros los instrumentos a largo plazo que necesitan como contraparte de sus obligaciones. Aunque la crisis de las hipotecas de alto riesgo demuestran que el potencial de la dispersión del riesgo puede amplificar la volatilidad, la titulización ha estimulado la formación de mercados financieros y sus bondades son innegables”.

Enero de 2008 – Para entonces la crisis ya era considerada como la peor del mundo global. No obstante, el Primer Subdirector Gerente del FMI, pronosticaba que no habría recesión, aumentaría el empleo y la economía prosperaría.

Boletín del FMI / Enero de 2008 – Entrevista con John Lipsky, Primer Subdirector Gerente del FMI – Es probable que la economía mundial se desacelere más

“Boletín del FMI: Según las encuestas, cada vez más gente piensa que la recesión es inminente. ¿Qué opina usted?

Lipsky: Uno siempre se puede equivocar, pero los últimos indicadores no apuntan a una recesión. No olvidemos que el gasto de los consumidores es el componente más grande de todas las economías y que su principal determinante es el ingreso de los hogares. Durante este último año más o menos, el crecimiento del empleo y el alza de los salarios se desaceleraron, pero no se detuvieron. Mientras el ingreso de los hogares estadounidenses siga aumentando es razonable pensar que los consumidores seguirán gastando.

Boletín del FMI: ¿En otras palabras?

Lipsky: Dentro de todo, soy optimista. Mientras las empresas cosechen buenas utilidades, seguirán creciendo, habrá más empleos, subirán los ingresos y la economía prosperará. Pero no hay garantías, y es necesario mantener una política monetaria flexible”.

Abril de 2008 – A esta altura el Fondo se daba cuenta, finalmente, que el uso de estos instrumentos también tenía sus costos.

Publicación del FMI: Informe sobre la estabilidad financiera mundial / Abril de 2008

“Conclusiones e iniciativas de política económica
Aunque el crecimiento y la prosperidad de los años recientes brindaron una cabal ilustración de los beneficios de la innovación financiera, los acontecimientos de los últimos ocho meses pusieron de manifiesto que también existen costos. Los productos de transferencia del riesgo crediticio —innovaciones cuyo objetivo era lograr una amplia dispersión del riesgo— no siempre fueron utilizados para trasladar el riesgo hacia aquellos más capaces de soportarlo“.

Diciembre de 2008 ­Publicación del FMI, Finanzas & Desarrollo / Diciembre de 2008

La dimensión internacional y el posible papel del FMI
Olivier Blanchard, Consejero Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI.

“La crisis ha puesto en evidencia que el sistema financiero es un sistema mundial, con fuertes interconexiones entre los países. Lo que comenzó como una crisis de Estados Unidos afecta ahora al mundo entero. Las autoridades nacionales no pueden acometer la tarea por sí solas: lo que les sucede depende no solo de su propia estructura regulatoria, sino también de la estructura regulatoria de otros países; y no solo del riesgo sistémico nacional, sino también de la acumulación de dicho riesgo en otros sitios. Es esencial hacer un seguimiento del riesgo sistémico a nivel mundial. El FMI parece ser el mejor preparado para cumplir esa tarea, en colaboración con los bancos centrales y otros organismos internacionales”.

Como puede apreciarse, en diciembre de 2008, cuando ya nadie ignoraba que el Fondo Monetario había sido sorprendido por la crisis como el más desprevenido de los mortales y que había fracasado como supervisor del sistema financiero y errado estrepitosamente en todas sus evaluaciones de riesgos, el Consejero Económico del organismo sostiene que el “FMI parece ser el mejor preparado” para evaluar los riesgos en adelante.

Raúl de Sagastizabal
Consultor internacional
Montevideo, septiembre de 2009

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17 de septiembre de 2009

Global Financial Crisis – The Road to the Pittsburgh Summit

It may surprise readers to learn that this World Economic Outlook sees global economic risks as having declined since our last issue in September 2006. Certainly this is at odds with many recent newspaper headlines and commentary, which have focused on problems related to U.S. mortgages.
World Economic Outlook, IMF, April 2007


Last April, when the G-20 London Summit took place, the world was on the verge of collapse, and the summit rushed to orchestrate a number of commitments to face the conjunctural issues.


Since that time, the crisis evolved and requires both longer-term measures and a debate on the reform of global cooperation policies and organizations.


The evolution of the crisis is being measured in terms of stock quotes; “not-that-bad”-type results are being welcome, and sporadic minor stock recoveries fuel hopes that the worst stages of the crisis will soon be a thing of the past. On the other hand, output-, trade-, credit-, investment flows-, demand-, and consumption data show no signs of recovery.

The real economy conditions have worsened and the process does not seem to have come to an end, as witnessed by growing unemployment, salary cuts, and household-and small developing country indebtedness.

In the political realm, the situation has also evolved, but the end-result remains uncertain.

The last few months have featured meetings of the G-5, BRIC, ASEAN + 3, Shanghai Cooperation Organization, the UN G-192, etc. The G-8 + G-5 + Egypt meeting heard the Italian Prime Minister Silvio Berlusconi contend the G-8 no longer is an apt structure to set guidelines; the world governance has to evolve, and the world problems cannot be faced without China, Mexico, India, or Brazil participation. President Sarkozy, in turn, advanced his expectations for a G-14 summit in 2011.

Some analysts highlight the modest aspirations of the developing countries: while overburdened by the devastating sequels of a crisis they cannot be blamed for, their sole aspiration is being granted larger participation in the multilateral organizations, However, there are no other fora or mechanisms where policies and measures beneficial to all countries, or able to check harmful policies and measures, can be furthered.

Regional cooperation agreements and “Gs” are the discussion fora where economic and financial policies, regulation and control frameworks, investment sector targets, investment-enticing measures, financial instruments, goods- and services trade rules, international surveillance systems, etc. are agreed on. However, multilateral organizations are the vehicle for such policies to be projected to the rest of the world, and the decisions of such entities are entirely contingent on the voting power of their members.

So far, the voting power has been the factor that furthered all globalization policies, such as capital market liberalization, free circulation of goods and services, capital markets opening to foreign banks, and the financial innovation schemes that ended up becoming dissemination outlets of toxic assets.

The system has not changed, and in spite of G-20 agreements on IMF-, World Bank- and multilateral development banks replenishment and reform, no significant changes are in the offing.

So far, the only countries having provided resources to the Fund are Japan (US$100 billion), Canada (US$10 billion) and Norway (US$4.5 billion). The US Congress has approved an agreement to contribute US$100 billion, whereby the USA will keep its vote –and veto– power, and the European countries are expected to make good their commitments and also keep their vote powers.

Rather than providing resources, the emergent world colossi, Brazil, Russia, India and China, have agreed to buy IMF bonds, but made such decision contingent to the reform of the formula of allocation of voting powers to the emerging economies and mid- and low-income countries, in order that the new order reflects the changes experienced by the global economy.

The industrialized nations, in turn, are still not ready to peacefully accept changes in decision power sharing mechanisms.

Such issues will soon be debated at the Pittsburgh summit, and subsequently at the IMF- and World Bank annual meetings.

A fact that deserves being reminded: the same issues now being discussed were debated in the wake of the Asian crisis: reform of the international financial architecture, IMF rôle in achieving international financial stability and crisis prevention and resolution, and the rôle of the multilateral development banks in fostering sustainable development of people and countries –rather than market and finance development.

Something else to be borne in mind is that the economic boom that followed the Asian crisis gave rise to a “tolerance” stage where change initiatives were cast into oblivion.

The main lesson from the Asian crisis is that the worst scenario is one where nothing is done to check the excesses of the global system.

If the Heads of State –of the large emerging countries and those of the industrialized nations– fail to arrange substantive reforms in the ruling policies and managing institutions of the globalized world, the planet will have to become accustomed to a vicious circle of recurrent crises –an obvious bad omen.

In the road to the Pittsburgh it seems appropriate to consider some principles such policies are based on, and the rôle played by the IMF during the last few months. Such principles, in and of themselves, justify the demand for changes, and the Fund’s positioning requires radical changes if the organization is to have any participation in a future multilateral system.

IMF responsibilities:

Some current media reports seem to indicate the IMF will now monitor financial stability, issue vulnerability warnings, oversee the international financial and monetary system, and help prevent and resolve crises.

Such, however, in addition to those of lender of last resort, are the inherent functions of the IMF; almost its raison d’être.

As stated in the Fund’s website:


“The IMF is responsible for promoting the stability of the international monetary and financial system. Its job is to promote economic stability, help prevent crises, and help resolve them when they occur, thereby promoting growth and alleviating poverty.”

IMF concepts on globalization and recurrent crises 

“We must also acknowledge that globalization benefits people unevenly. It produces losers as well as winners.

This is not new: history is full of examples of technological developments and rapid economic changes that benefited society as a whole while hurting some individuals or groups.”

Flemming Larsen, Director of the IMF's Office in Europe
Finance & Development / March 2001

“It produces losers as well as winners”: the concept is simply callous. People who have lost their jobs or suffered extreme hunger would appreciate a not-so-quick pace in world evolution –a scenario where their ills be not exacerbated, even though no benefits derive.

“Crises are inevitable. As long as there are financial markets, there will be boom and bust cycles.”

Bijan B. Aghevli, former Deputy Director of the IMF's Asia and Pacific Department – Finance & Development / June 1999

A sample of IMF documents on securitization (structured financial papers)

The IMF and WB’s opinions on such instruments are worth considering, particularly in respect to the standards used by the risk-assessment entities to contend that a firm may continue to generate receivables even when it is in financial default –the so-called “going concern” criteria developed by Fitch IBCA, and Standard and Poor's "survival" assessment, for instance– and the final recommendation: educating national authorities and potential issuers in promoting this type of assets.

“Securitization of Future Flow Receivables: A Useful Tool for Developing Countries


“During financial crises, developing countries cannot obtain low-cost, long-term loans. Securitization of future flow receivables can help investment-grade public and private sector entities in these countries obtain credit ratings higher than those of their governments and raise funds in international capital markets.
Risk mitigation: Securitization is a fairly recent financial innovation. The first securitized transactions occurred in the United States in the 1970s and involved the pooling and repackaging of home mortgages for resale as tradable securities by lenders. Since then, securitized markets have grown in sophistication to cover a wide range of assets....
Rating agencies have come to accept the argument that an entity may continue to generate receivables even when it is in financial default. Thus, based on such recently developed criteria as Fitch IBCA's "going concern" and Standard and Poor's "survival" assessment, certain entities such as banks may receive higher ratings for asset-backed transactions than for domestic-currency debt. ...

Educating policymakers and potential issuers would also help promote this asset class.”

Dilip Ratha, Senior Economist, World Bank, and Suhas Ketkar, principal of International Research and Strategy Associates LLC and a consultant to The Royal Bank of Scotland – Finance & Development / March 2001

IMF & the current crisis

April, 2007 – Notice (1) the first crisis signs became apparent in mid-2006, (2) things had worsened week after week, and (3) the IMF and its hundreds of specialized technicians are experts in the area – moreover, unless the multilateral system is reformed, they are the very individuals who will continue to “oversee” risks and vulnerabilities and advise the world on how to address them.

IMF report: World Economic Outlook / April 2007
Spillovers and Cycles in the Global Economy

“It may surprise readers to learn that this World Economic Outlook sees global economic risks as having declined since our last issue in September 2006. Certainly this is at odds with many recent newspaper headlines and commentary, which have focused on problems related to U.S. mortgages, the potential for “disorderly” unwinding of global imbalances, and worries about rising protectionist pressures..

Nevertheless, ... looking at the big picture, we actually see the continuation of strong global growth as the most likely scenario. The most immediate concern is bad news from the U.S. housing market, and an associated slowing of U.S. growth. However, these developments have been evident for some months and are largely reflected in market assessments of credit quality. These assessments remain positive for most types of credit. ...

We should be careful not to underestimate the potential spillovers from the specific problems with high-risk mortgages in the United States but, compared with six months ago and based on the information available today, there is less reason to worry about the global economy. ...

The chapter finds that rising trade and financial integration of the global economy does increase the potential impact of spillovers across economies, but even if the U.S. economy were to slow further, the scale of such spillovers should be manageable, especially recognizing the strengthening of macroeconomic policy management around the world over the past 20 years....”

July, 2007 – In July, 2007 several U.S. financial institutions filed for Chapter 11 bankruptcy; in August, the collapse took place and the central banks started to rescue financial entities on both sides of the Atlantic.

IMF report: World Economic Outlook Update An update of the key WEO projections / July 2007 – The global economy continues to grow strongly

“The strong global expansion is continuing, and projections for global growth in both 2007 and 2008 have been revised up to 5.2 percent from 4.9 percent at the time of the April 2007 World Economic Outlook. Risks to this favorable outlook remain modestly tilted to the downside.

A number of other risks, however, look more balanced. In particular, while the correction in the housing sector is continuing, overall downside risks related to U.S. domestic demand have diminished somewhat.“

September, 2007 By then, no one was challenging the fact "financial innovations" were at the root of the crisis

Testing the Financial Waters, By Rodrigo de Rato, Managing Director, IMF Published in ABC / September 3, 2007

“Although recent developments have highlighted some of the risks that come with innovations in financial instruments, it is worth recalling their positive role. Markets play a critical role in mobilizing savings and in allocating them to productive investment, and innovations often make important contributions that help sustain rapid growth and enhance welfare in both advanced and emerging market economies. Innovation in structured credit products have enabled market participants to better diversify risk and lower the cost of credit world-wide, providing an important boost to global growth.”

January, 2008 – At this stage, transactions with structured financial instruments were perceived as complex, obscure, hard to value, and even harder to monitor. Nonetheless, right in the middle of the crisis, the IMF made public it, along with the World Bank were escalating their efforts to persuade the emerging countries to use such instruments.

IMF Survey Magazine / January 2008 – Helping Build Local Bond Markets

“In a world of large-scale capital flows, the development of a local bond market has become a priority for many emerging market countries. Well-functioning local bond markets make a vital contribution to the efficiency and stability of financial intermediation and to economic growth.

Many emerging market countries have liberalized their capital accounts, improved their macroeconomic environ­ment, and made advances in financial innovation-steps that have increased capital inflows to these countries. The IMF and the World Bank are stepping up their active engagement in these countries to help them develop local bond markets. ...

Securitization. Asset-backed securi­ties markets can help improve access to long-term funding for housing and infra­structure investment while also providing pension funds and insurance companies with the long-term instruments they need to match their liabilities. Although the recent subprime crisis demonstrates that risk dispersion can amplify volatility, securitization has fos­tered the development of financial mar­kets, and its merits cannot be discounted.

January, 2008 – By January, the crisis was already being depicted as “the worst ever in the globalized world.” However, the IMF First Deputy Managing Director forecast increased employment and economic prosperity, rather than a recession.

IMF Survey Magazine / January 2008 John Lipsky Interview, the IMF’s First Deputy Managing Director, Global Economy Likely to Slow More

“IMF Survey Magazine: U.S. polls indicate that a growing number of people think that the recession is around the corner. What do you think?

Lipsky: Never say never, but the latest indicators do not justify such a con­clusion. Keep in mind that consumer spending is the largest single compo­nent of any economy, and the principal determinant of consumer spending is household income. Over the past year or so, employment growth and wage increases have decelerated, but they both continue to grow. As long as U.S. household income continues to expand, it’s reasonable to expect consumption expenditures to increase.

IMF Survey Magazine: What’s the bottom line?

Lipsky: I’m cautiously optimis­tic. As long as corporate profits remain solid, businesses will continue to expand, jobs will continue to grow, income will grow, and the economy should remain in positive territory. This outcome cannot be taken for granted, however, and monetary policy flexibility is required.”

April, 2008 – At this stage the Fund finally realized use of such instruments did entail some “costs.”

IMF report: Global Financial Stability Report, GFSR / April 2008

“Conclusions and Policy Initiatives
Although the growth and prosperity of recent years gave ample illustration of the benefits of financial innovation, the events of the past eight months have also shown that there are costs. Credit risk transfer products innovations that were meant to disperse risk broadlywere not always used to move risk to those best able to bear it.”

December, 2008 ­ IMF report: Finance & Development / December 2008

The international dimension and the IMF's potential role
Olivier Blanchard, Economic Counsellor and Chief Economist of the IMF

“The crisis has made clear that the financial system is a global system, with strong interconnections across countries. What was initially a U.S. crisis is now affecting the entire world. National policymakers cannot do the job alone: what happens to them depends not only on their own regulatory structure, but also on the regulatory structure of other countries; not only on systemic risk at the national level, but also on the buildup of systemic risk elsewhere. Monitoring systemic risk at the global level is essential. The IMF seems best equipped to do the job, in collaboration with central banks and other international organizations.”

As apparent from the above, by December, 2008, when nobody had failed to realize the crisis had caught the Fund by surprise just as the most ill-advised individual was, the institution was an obvious failure as a financial system watchdog, and its risk evaluations were unanimously mistaken, the organization’s Economic Counsellor claimed “The IMF seems best equipped to do the job” from then on.

Raúl de Sagastizabal
International consultant
Montevideo, September 2009

This article has been posted at the following links:

Global Crisis News

The Huffington Post

Federal Mortgage Lender

Die Globale Finanz Krise

All the top Pittsburgh, PA news

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